Las 10 Personas Mas Populares del Facebook

10 El adicto al chisme
La evolución histórica del chisme ha llegado a una etapa privilegiada con la invención de la popular red de socialización. En el pasado, este personaje tenía que realizar la engorrosa tarea de averiguar los rumores en conversas invasivas con sus amistades y de revisar los celulares a sus compañeros cuando iban al baño. En el presente, todo esto se ha reducido a sentarse frente a la computadora y enterarse de la vida de los demás, cual hemeroteca formada por información privada ajena. Por lo general, también suele padecer del insufrible mal de comentar absolutamente todas las fotos, estados de ánimo y eventos anunciados que publican sus contactos, tan sólo segundos después de que han sido publicados.

9La que no se calla nada
A veces, parecen expertas motivacionales: “Feliz con esta nueva etapa de vida”. A veces, parecen avances informativos: “Mi viejo salió bien de la operación”. A veces, el mensaje de estatus ha degenerado a una sola palabra inexplicable fuera de contexto como “Veremos…” o “Gracias”. La manifestación extrema de este personaje es aquel que nos lleva por una visita guiada de su día, desde el “Me desperté feliz” hasta el “Estoy en el baño”, pasando por el clásico “Peleé con mi novio de nuevo”. Ahora, el anuncio más trascendental es definitivamente el del cambio de estatus desde “soltero” a “en una relación” o viceversa, una especie de cataclismo en el universo Facebook que genera todo tipo de conmoción y que se esparce con más rapidez y eficacia que si publicásemos: “Desangrándome en el piso del baño, ayuda, por favor”.

8El sin oficio
Todos sabemos quién es: es el sujeto que ocupa tres cuartas partes de la ventana de inicio deFacebook todos los días. Se debate con el adicto al chisme el puesto de más horas al día en Facebookque, a propósito, solía rondar las 9 horas diarias hasta que se compró el celular con conexión Wi-Fi y ahora sólo está desconectado cuando está en el quinto sueño. Suele tomar por lo menos tres tests al día que van desde “¿Qué personaje de los Simpsons eres?” hasta “¿Qué raza de perro eres?”, pasando por el perturbador “¿Cómo te vas a morir?” y algunos sencillamente ridículos como el “¿Qué criatura mitológica eres?” o el “¿Qué tipo de dulce eres?”, en los que puedes descubrir qué tanto se parece tu personalidad a una bolsa de mentas o a un minotauro antiguo. Dato adicional: No sale de su casa sin consultar las galletitas de la fortuna del Facebook.

7 El publicaeventos
Entiende el poder de convocatoria que tiene la red social mejor que nadie. Por lo general, tiene un grupo de música, trabaja en una obra de teatro, pertenece a una organización estudiantil política o, simple y llanamente, tiene una fiesta de cumpleaños pronto. Es importante entender que hoy en día, de no revisar constantemente Facebook, serás victima de la mayor exclusión cultural posible, te enterarás de todo con varios días de retraso y luego tus amigos se escudaran en el “¡yo mandé la invitación por elFace!”, que te dejará mudo. Piensa en el Facebook como un amigo que, aunque no te caiga muy bien, debes tener de tu lado para que te invite a todas las fiestas a las que tiene acceso.

6 El nuevo
¿Recuerdas cuando te metiste por primera vez en el Facebook? No, ¿verdad? Bueno, entonces ten un poco de misericordia con los 10 ó 15 sujetos que apenas lo están descubriendo. Por lo general son personas en sus 50 ó 60 que quieren ver “qué cosa es esa del feisbuc de la que todos los muchachos están hablando”. Sólo cuentan con 10 amigos de contactos y no tienen imagen aún en su perfil, porque no han descubierto cómo demonios ponerla y ningún familiar quiere ayudarlos. Una subespecie de este personaje es el rebelde subversivo que detesta todas esas herramientas tecnológicas capitalistas pero que, tarde o temprano, termina abriendo un grupo en Facebook titulado “A que encuentro 200 personas en contra de herramientas tecnológicas capitalistas”.

5 El etiquetador
¿Alguna vez te ha llegado una notificación por el Facebook de que has sido etiquetado en una foto y luego, al ver la foto, ni siquiera recuerdas el contexto en que fue tomada? Puede ser una foto terrible de alguna etapa oscurantista como la adolescencia o quizás alguna foto reciente en la que apareces con cara de idiota, pero lo cierto es que, de haber contado con la posibilidad de vetarla, esa foto jamás habría sido difundida. Es en ese punto que entra este personaje, empeñado en que ningún rostro subido al Facebook quede sin dueño. Su mayor placer es etiquetar fotos en las que el fotografiado salió con los ojos cerrados y tiene un deleite inexplicable por etiquetar a cada rostro presente en una foto grupal de más de 60 personas.

4 La de la foto de perfil retocada
Si alguna vez te has rehusado a enseñarle a un allegado la foto de tu cédula en la que sales virolo o la del pasaporte en la que pareces un exconvicto, entonces conoces bien el poder que tiene una imagen de presentación. La del perfil de Facebook no es una excepción, así que es importante colocar una imagen que nos haga lucir bien, así sea la única que existe. Ahora, este personaje lleva al extremo la vanidad de la foto de perfil, publicando una imagen “photoshopeada” hasta lo irreconocible y más posada que una portada de revista. El deseo (muy a lo Miss Venezuela) es que alguien se tope con la imagen, deje todo lo que esté haciendo y se vea obligado a llamarla en el acto para contratarla en una agencia u ofrecerle un rol en una novela. El efecto colateral de estas fotos es que recibe por lo menos 10 invitaciones diarias para hacerse amiga de adolescentes hormonales que sólo se dejaron llevar por lo que ellos describen como “una mami con una foto bella”.

3 El caza amistades viejas
Los tiempos en los que dos personas pasaban 25 años sin saber el uno del otro y se encontraban fortuitamente en un aeropuerto, provocando un abrazo como de película de Hollywood, han quedado oficialmente obsoletos con el advenir del Facebook. Nadie está más consciente de esto que este personaje, un verdadero fenómeno al momento de encontrar gente desaparecida, al mejor estilo de la CIA. El verbo “extrañar” y sus conjugaciones han sido completamente borrados de su vocabulario. En sólo minutos puede encontrar al niñito aquel que se sentaba detrás de ti en la clase de educación física de prekinder, con acordarse de su primer nombre. De más está decir que es el sujeto clave para cualquier reunión de bachillerato o universidad.

2 El del millón de amigos
Antes que nada, parece que vale la salvedad: un amigo en Internet no quiere decir un amigo en la vida real. Ahora, ya con eso aclarado, se puede deducir que nadie, por más simpático y bondadoso que sea, tiene 700 amigos. Por lo tanto, las normas de sociabilización también han cambiado. En el pasado, si un amigo cumplía años, lo menos que se esperaba era una llamada. Con el Facebook, basta un mensaje de “Feliz cumple” y una torta virtual y estás más que libre. Es más, el amigo de Facebook prefiere el encuentro virtual al físico: menos desgaste físico, cero gastos y la posibilidad de excusarse con un “la conexión se ha estado cayendo todo el día” si el encuentro se torna aburrido. Dato curioso e inservible: de tener 700 amigos en el mundo real, sería un promedio de casi dos fiestas de cumpleaños diarias.

1El de la vida en fotos
Fiel ejemplo de la era de la fotografía digital, toma más de tres horas visualizar la cuenta de Facebook de este personaje que tiene más de 1.500 fotos publicadas hasta la fecha. Es como si viviese su día a día sólo por el hecho de posar ante la cámara. De haber una prohibición de cámaras digitales en la ciudad, este personaje probablemente se desintegraría en pedacitos. Particularmente asombroso es descubrir que, a la media hora de haber finalizado una fiesta o una ida al cine, ya las fotos tomadas en ese momento se encuentran publicadas, etiquetadas y comentadas. Aparte de las fotos de su camarita, ha encontrado grandes amigos en la cámara de su celular y en el scanner que ahora le va a permitir convertir a digital las más de 600 imágenes de su temprana infancia, etapa aún no cubierta en su proyecto de vida en fotos de Facebook. Si eres amigo de este personaje y tienes algún complejo con la forma en que sales en fotos, entonces te toca tomar la difícil decisión entre ser siempre el que toma las fotos o terminar con la amistad de una vez por todas.

Para 2030 necesitaremos un segundo planeta

Es evidente que la voracidad con la que consumimos los recursos del planeta, y la forma en que los residuos de nuestra actividad industrial destruyen el medio ambiente, podría hacer que para el 2030 la humanidad necesite un segundo planeta para sobrevivir. La Tierra, por sí sola, resultaría insuficiente para proveer a todos sus habitantes de los recursos que necesitan para vivir.

La ONG ecologista WWF alerta sobre el futuro.El último informe bienal presentado por la ONG ecologista WWF advierte que, para satisfacer su demanda de productos y servicios, la humanidad podría necesitar en 2030 un segundo planeta.

El documento, titulado "Planeta Vivo", señala que la ya tristemente famosa “huella ecológica” que imprime la humanidad a su paso (esto es, la presión que ejerce sobre los recursos vivos o no renovables de la Tierra) supera en un 30% a su capacidad de regeneración. No hace falta ser un genio para darse cuenta de que si las condiciones de explotación del planeta no varían, estaremos frente a un problema muy grave.


Si no cambiamos, ya podemos ir buscando otro.Esta sobreexplotación, que va en constante aumento, provoca la destrucción de innumerables ecosistemas, a la vez que aumenta la acumulación de residuos y subproductos industriales contaminantes en el aire, el agua y la tierra. Es decir, estamos consumiendo más de lo que podemos producir, a la vez que contaminamos el planeta. Se trata de una verdadera receta para el desastre.

Para entender qué es lo que le pasa a la Tierra, se puede dar un ejemplo a una escala más pequeña. Supongamos que, en lugar de un planeta con casi 7 mil millones de personas, tenemos solo una pequeña granja, habitada por 7 personas. Si cada año los granjeros consumen más animales y semillas de las que destinan a la reproducción de esos mismos productos, es fácil ver que si bien hoy tienen satisfechas sus demandas alimenticias, el próximo año pasarán hambre.


La sobreexplotación provoca la destrucción de innumerables ecosistemas.Multiplica el problema por mil millones, y tendrás una idea de su envergadura. Como si su actitud no fuese lo suficientemente suicida, nuestros granjeros además contaminan su terreno con desperdicios no biodegradables, talan árboles y no los reponen, contaminan su estanque, etc. Está claro que, si no cambian su forma de proceder, pronto necesitarán otra granja para vivir.

El problema es que no disponemos de un planeta de repuesto que pueda aportar todo lo que no nos brinde este. Y estamos hablando del año 2030, es decir, se trata de una crisis que afectará directamente nuestras vidas y la de nuestros hijos. Es evidente que se necesita tomar medidas hoy mismo. La pregunta del millón es ¿estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos personales para proteger el planeta? Si tenemos en cuenta que ya hay al menos cincuenta países que sufren la escasez de recursos hídricos, centenas de millones de personas con hambre, y un aumento constante de la temperatura de nuestro planeta debido a la actividad humana, la respuesta lógica no puede ser otra que un rotundo “sí”. Pero, ¿es sí?

Mas enlaces en www.panda.org
fuente: http://www.neoteo.com/